domingo, 17 de julio de 2011

Para uno.

Hay pequeñas sensaciones dentro de la cordura.
Sensaciones que compartimos con la sociedad.
Y dejamos las grandes sensaciones, la locura, para nosotros, bien guardaditas.
Caminamos como uno más por las calles.
Somos máquinas con sentimientos, que sin poder expresarnos, nos encontramos reprimidos por la cotidianidad sin preguntarnos el por qué.
Todos somos libres, desde un cierto punto, hasta un cierto límite.