domingo, 11 de septiembre de 2011

Compañero.

Al caminar, al recorrer el persa de la vida. Al conocer los procesos de los días. Al participar como protagonista en el cambio de las cosas. Partir será como callar, será como un viaje donde no volver para tus oyentes, para tus pupilos será tu última lección, tu última enseñanza, tu máxima evaluación. Aprobarla, se ve complicado. Pero por tu respeto, por tu cariño. A paso sincero, pié firme, con bombos y platillos seré lo que tu hiciste lo que yo fuera, sin desvío. Tu sed por aprender ha sido tu máxima herencia, y he de comprender que seguir remando en ese bote nunca te hará terminar de marchar para adelante, con el objetivo de no llegar a ningún lado, para seguir conociendo, para seguir siendo ambicioso de algo no material.
A ti te extraño, a ti de admiro. Por ti yo callo, por ti miro el cielo y suspiro. Canto canciones y me convierto en ti, pero como tu quisiste, con mejor respaldo.
Qué sigas recorriendo el persa de la vida y espérame con sencillez, como acostumbras ser.