jueves, 10 de marzo de 2011

Porque todo cuesta.

¿Puedes ser quizás tal vez? ¿Un transportador de qué?
Vendría bien ser como un camino recorrido, anda, ya sabes el camino.
Coge del suelo lo que cae cuando tú alma y mente se despoja al escuchar quizás que respuesta.
Tomar las decisiones con la actitud que se toma cuando las decisiones son correctas.
¿Qué importancia tiene algo cuando no te cuesta?
Todos nosotros cometemos errores, cuando uno quiere perdona.
La vida puede ser que parezca muy cabrona.
Pero te tengo a ti, quien me descongestiona.
Amo amarte, amo escucharte, amo discutir y después abrazarte.
Parecido a dos niños balanceándose sin saber que son los problemas.
No me interesa conocer ningún lema.
Convertimos la felicidad en una utopía lejana.
Sin darnos cuenta que no está más allá de una vuelta a la manzana.
Enlázate, atrápate y envuélvete en sábanas juntos a la persona que tú amas.
Perder tu presencia, fue eso siempre a lo que más yo le temía.
Tarareo junto a ti. Y agradezco por la tranquilidad de tu compañía.
De tu cariño jamás me aburriría.